El sector textil es uno de los más importantes a nivel mundial y justamente por esto, es uno de los que más esfuerzos invierte en reinventarse a través de la tecnología.
Y no hablamos únicamente de textiles aplicados a prendas de vestir, si no textiles utilizados en multitud de ámbitos: mobiliario, industria, transporte, defensa…
La importancia de invertir en investigación es vital, dado que de ella surgirán los avances que consiguen que nuestras vidas sean cada vez más fáciles, seguras y ecológicas.
A continuación, veremos algunos ejemplos de estos súper tejidos que consiguen mantener el calor, la sequedad, eliminar bacterias, proteger de arañazos y rasguños, y hasta proteger de los rayos UV. ¿Suena a película de ciencia ficción verdad?
En realidad, según sea su actividad, actualmente podemos encontrarnos con tres generaciones bien diferenciadas de textiles inteligentes:
Textiles inteligentes pasivos. Constituyen la primera generación de textiles inteligentes, y solo pueden sentir las condiciones medioambientales o estímulos exteriores.
Textiles inteligentes activos. Estos van un paso más allá, ya que tienen la capacidad de sentir, pero además reaccionan frente a una determinada situación. Son textiles con memoria de la forma: camaleónicos, termorreguladores, que pueden almacenar calor, absorber el vapor, etc.
Textiles ultra inteligentes o muy activos. Esta tercera generación de textiles no solo pueden detectar y reaccionar, sino que además se adaptan a las condiciones y estímulos del medio.
Aunque parezca del futuro, este tipo de tejidos ya existen. Evidentemente gracias a componentes electrónicos miniaturizados como sensores y detectores. Así mismo se pueden obtener mediante la fabricación de fibras inteligentes modificadas para que reaccionen de determinada forma ante un estímulo como una mancha o un arañazo; también se pueden conseguir dándole un tratado final al tejido, que lo absorbe y consigue ese efecto deseado.
Textiles con microcápsulas para termorregulación
Estos tejidos son muy utilizados en la industria textil deportiva, ya que consiguen que durante cualquier actividad se mantenga un equilibrio entre el calor generado por el cuerpo y el calor liberado al ambiente, y lo mismo en situaciones de frío o humedad.
Existen algunas prendas comerciales en la actualidad que ayudan a tener un cierto aislamiento al calor o al frío, gracias a que poseen unas microcápsulas denominadas PCM (Phase Change Material). Estas microscópicas cápsulas se llaman así porque incluyen mínimas porciones de un principio activo, normalmente ceras y parafinas. Una sustancia experimenta un cambio de temperatura cuando absorbe o cede calor al ambiente que le rodea.
Por ejemplo, si la piel se sobrecalienta, esta energía se utiliza para aportar el calor necesario para que la parafina cambie de fase sólida a líquida, almacenándose esa energía; si por el contrario, cambian las condiciones medioambientales y la piel se enfría, la energía previamente almacenada en las microcápsulas es liberada pasando la parafina de estado líquido a sólido proporcionando el calor necesario.
Otros desarrollos “inteligentes”
Existe la creencia de que los tejidos protegen nuestra piel de la radiación solar. En la práctica, esto no siempre es así y podemos estar muchas horas expuestos a los efectos nocivos producidos por la exposición solar.
Afortunadamente, gracias a estas tecnologías encontramos tejidos que protegen de las radiaciones ultravioleta y son muchas las marcas que fabrican prendas para el outdoor que los incorporan.
Otro ejemplo de la aplicación de esta tecnología lo encontramos con la marca X-Bionic, que ha lanzado la colección con tecnología Effektor, que además de todas las extraordinarias características de termorregulación y sistemas para evitar los malos olores, anuncian una reducción de 2,4 pulsaciones por minuto, un 20% más de recuperación muscular, una reducción del 7% en la producción de Lactato y, en definitiva un incremento del rendimiento en un 10%. Una verdadera locura!
También existen textiles antimicrobianos que evitan la aparición y desarrollo de las bacterias. Ejemplo de ello es la tecnología Safe Front utilizada en Aquaclean para recubrir sus tapicerías. Gracias a la investigación se ha conseguido desarrollar este sistema que recubre cada fibra que forma el tejido, de manera que las bacterias no pueden adherirse, y por tanto no permanecen.
Esto además conlleva que las posibles manchas del tipo que sea, no permanezcan y puedan limpiarse con apenas un paño húmedo.
Si te interesa y quieres saber más sobre la tecnología escondida detrás de los textiles, ¡estate atento a nuestro blog!.