La primera impresión es lo que cuenta, y es que casi en un 99% de las veces esta frase tiene mucha razón. Pongámonos en situación. Acabas de llegar a una ciudad y estás buscando un piso para alquilar o comprar. Desde la inmobiliaria te dan muchas opciones, pero estamos convencidos que valorarás solo aquellas opciones en las que esté todo limpio y en su sitio. Donde se note que una mano experta ha tenido el gusto y la delicadeza de decorarlo para abrirlo al mercado inmobiliario.
Y es que, si la mayoría de productos que compramos han sido sometidos a un proceso de marketing, ¿por qué no hacer lo mismo con una vivienda? Presentar de forma correcta, funcional y cómoda nuestra casa, consigue que los días de espera para la venta se reduzcan de 130 a 35. Y la tasa de negociación, pasa de un 9% a un 3%. Esto es gracias al poder de la primera impresión, que cautiva a los futuros propietarios en segundos.
Todo este engalanamiento o puesta en escena para dejar tu vivienda como un piso de revista con el objetivo último de llamar la atención de los compradores y venderlo o alquilarlo, tiene un nombre, -en inglés-, por supuesto. Estamos hablando del Home Staging.
El Home Staging, no solo se basa en decorar, iluminar o distribuir bien el mobiliario para aprovechar al máximo el espacio. También nos sirve para disimular esos pequeños defectillos que solo los habitantes de una casa conocen.
A ver, sabemos que no acabamos de descubrir nada nuevo, porque asear un poco tu casa cuando quieres alquilarla o venderla, se ha hecho toda la vida, pero ese escalón de más, que nos hace pasar de una simple limpieza a un acicalamiento a fondo donde no falta detalle, comenzó en los años 70, debido a la gran competencia que se generó en mercados inmobiliarios como el estadounidense.
Si bien esta técnica se empieza a implantar en Europa a partir de 1990, a España no llega hasta finales del 2000, cuando comienzan a aparecer las primeras empresas que ofrecen este tipo de servicios especiales. Unos servicios que se encargan de todo, desde la limpieza hasta el más mínimo detalle en decoración, y cuyas tarifas oscilan entre los 5.000 € o 10.000 €.
Con el Home Staging no se hacen reformas, sino pequeños cambios. Lo más habitual es despejar la casa, y ‘despersonalizarla’, es decir, crear ambientes neutros y universales, espacios modernos, luminosos y agradables, donde piezas como lossillones y el sofá cobran la importancia que se merecen en un lugar llamado hogar. Con estos ambientes, no solo conseguiremos que cualquier posible comprador pueda sentirse identificado, evitando que el cliente vea espacios vacíos, sino que se imagine viviendo allí con todas las comodidades a su alcance…
Así que si estás pensando en vender o alquiler tu casa, pon en tu vida el Home Staging, y ten en cuenta todos estos detalles para que el proceso sea lo más rápido posible. Porque, por si aún no te habías dado cuenta, con un poco de decoración, puedes conseguir resultados increíbles.
